Según decisión del Consejo de Ministros celebrado el dia 2 de diciembre, el salario mínimo para el año 2017 pasará de 655,20 € actuales a 707,60 € mensuales y 2 pagas extras, es decir, 9.906,40 € anuales. Este será pues el salario garantizado por ley a cualquier persona que preste servicios como trabajador/a para otra persona y en una jornada de 40 horas semanales.
La decisión de incrementar el salario mínimo por encima del ipc, puede aparecer como un dato positivo. Sin embargo es preciso tener en cuenta que algunas prestaciones (como es la de desempleo, ya no toman este salario como referencia mínima, sino el IPREM, ( indicador público de renta a efectos múltiples) que lleva tiempo congelado y que en 2016 esta en 532,51 €.
Por otra parte es importante, para poder hacer una valoración ajustada de esta noticia, el tener en cuenta los importes del salario mínimo en países como Holanda y Belgica (1.501,8 €) Francia (1.457,5 €) e Inglaterra (1.378,8 €), porque esto hace evidente el nivel de deterioro de los derechos de los trabajadores en España y el desequilibrio existente en relación a economías asimilables.
También es muy significativo que, cada vez mas personas, estan denunciando la precariedad de los trabajos que se ofertan actualmente, con el sistematico incumplimiento de obligaciones que siempre se habían tenido como esenciales (alta en Seguridad Social, pago de las pagas extraordinarias y de las horas extras, contratación indefinida, etc.). y ello sin que exista una reacción eficaz por parte de la Inspección de Trabajo.
La desregulación de las relaciones laborales es una exigencia de las patronales y no se ha puesto límite a sus pretensiones. Ello esta llevando a muchos trabajadores y trabajadoras a la necesidad de prestar servicios en condiciones tan degradadas que hacen que ese tipo de trabajos sirva para salir o no entrar en los índices de pobreza. Como se empieza ya a decir en algunos medios de comunicación, hay mucha gente que trabaja para poder ser pobres.